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Actualizaciones de movimiento

Enfoque federal y localizado

Movimiento del amanecer

A lo largo de la historia de nuestra nación, Hemos aprendido que para lograr cambios audaces y duraderos a nivel nacional, debemos comprometernos con la organización local a largo plazo. Las campañas locales reclutan miembros para su causa, cambian el pensamiento público, colocan a la gente común en el poder y logran victorias que generar impulso para un cambio nacional radical. 

De hecho, las campañas locales han sido históricamente una herramienta para que los movimientos de pobres, negros y morenos organicen sus comunidades en torno a demandas que se sienten más cercanas a sus hogares que la política federal. Desde el Movimiento por los Derechos Civiles hasta el Verano de la Libertad, pasando por las Sufragistas y el poder del movimiento sindical para ganar el New Deal original, todas las campañas utilizaron la organización local para generar suficiente poder popular para hacer posible el cambio. 

Esa inversión local es algo que los extremistas y los multimillonarios de los combustibles fósiles conocen bien. Pasaron las últimas décadas organizando y polarizando comunidades sobre el terreno para generar poder. Desde hacerse cargo de las escuelas hasta capacitar a los estudiantes cada año a través de la Sociedad Federalista, han construido poder desde cero. Así es como han podido implementar odiosas prohibiciones de baños para personas transgénero en todo el país y crear una Corte Suprema dispuesta a revertir Roe v. Wade bajo una trifecta demócrata. Y no paran. 

Debemos ser tan ambiciosos como nuestros oponentes. Continuaremos presionando a nuestros políticos a nivel nacional y ganando poder elección tras elección, pero no podemos simplemente recurrir a las mismas tácticas que hemos usado en el pasado. Es hora de que tomemos en serio la construcción de poder a largo plazo y la organización de un movimiento que abarque razas y clases que pueda transformar nuestra sociedad y asumir todos los niveles de gobierno.

Juntos construiremos un poder popular organizado. Asumiremos el control de todos los niveles de gobierno, eliminaremos la corrupción de los combustibles fósiles, la avaricia corporativa y a las personas caídas bajo su influencia. Distribuiremos el poder y los recursos del gobierno a las personas y comunidades más perjudicadas por la injusticia y vulnerables a la crisis climática. Captaremos plenamente la imaginación pública sobre lo que es correcto, necesario y se espera del gobierno en la era de la crisis climática, y organizaremos sus voces para exigir acciones inmediatas. Nos convertiremos en una amenaza lo suficientemente creíble para los poderes en ejercicio como para que no sólo nuestros líderes nos escuchen, sino que nosotros, como movimiento, nos guíemos a través de la crisis.

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